22
MAR
2019

Francisca Aranda, su experiencia de profesora de CEIJA a Working Holiday en Japón

Hola a todos.

Mi nombre es Francisca y actualmente estoy en Japón con la visa Working Holiday.

Estudié traducción inglés-japonés en la Universidad de Santiago y desde mi práctica hasta antes de venir a Japón estuve trabajando en CEIJA en clases de japonés para los primeros niveles, haciendo algunos talleres, traducciones y participando en sus actividades.

Estudiar japonés en Chile y seguir dedicándome a esto en CEIJA me permitió aprender a conocer la cultura japonesa gracias a los profesores y profesoras. Y además, lo más importante, ir mejorando mis conocimientos en el idioma a través de la enseñanza y compartir con mis antiguos alumnos diferentes experiencias respecto a este país tan, pero tan lejos de Chile.

Tener conocimientos en el idioma me ha permitido ir un paso más adelante y aprovechar al máximo esta experiencia de trabajar aquí.

Reconozco que a veces me cuesta entender lo que me dicen aquí, pero lo tomo como una experiencia.

Saber japonés me ha facilitado un montón de situaciones, ya sea no perderme tanto en el metro, ir al supermercado, explicar a los japoneses las diferencias con Chile, leer mangas, hacer trámites en las municipalidades, entre otros.

Esta es mi tercera vez en Japón, pero la primera vez en donde no vengo de turista, sino a trabajar.

Ha sido difícil acostumbrarse a las diferencias culturales, me he llevado alegrías, así como también decepciones, pero todo lo tomo como aprendizaje. Ha sido como empezar desde cero.

Por mi parte, tomé la decisión de trabajar en un arubaito o trabajo part time para poder turistear, pero al ver que no me alcanzaba mucho el dinero para ahorrar, decidí buscar un segundo arubaito y vamos bien.

Todas las entrevistas que he tenido han sido en japonés. Mis jefes me llaman al celular, en japonés. Al momento de ir a Hello Work (institución que te ayuda en la búsqueda de trabajo), todo fue cordialmente y en japonés. Me ayudaron a preparar mi CV o rerikisho en japonés. El detalle es que lo escribí todo en japonés (kanjis también).

Quizás, no soy la mejor en esto, pero me alegra saber que todo el tiempo invertido en el estudio de este idioma, de alguna forma, si ha valido la pena.

Por eso, desde Japón envío muchos ánimos a todos los alumnos y futuros alumnos de CEIJA. Sigan adelante, cumplan sus sueños y no se rindan, que tarde o temprano todo dará sus frutos.